martes, 30 de septiembre de 2008

Pensamiento...


Poder mirar atras con la cabeza en alto
no significa no haber cometido errores,
significa haberlos aceptado, superado y enmendado.

lunes, 29 de septiembre de 2008

El transitar por este mundo…




En ocasiones pensamos que la vida es una obligación que se nos ha sido impuesta por aquellos que nos trajeron al mundo, en momentos de crisis no vemos la gran oportunidad que tenemos al poder respirar, estar vivos, sentir lo que otros tienen para darnos, pero sobre todo poder sentir compasión por aquellos que lo necesitan.

La vida en sí misma es como una excursión magnífica, en la cual si bien tenemos altos y bajos, el destino seguro para los que lo aceptan es la felicidad y el bienestar físico, mental y espiritual, muchos no miran esto como tal, sino como una condena y algo doloroso, pero, ¿quién acaso no ha tenido momentos de oscuridad? Fácil es quedarse lamentándonos por aquello que nos ha ocurrido, DIFÍCIL es sacar algo positivo de cualquier adversidad, por dura, injusta, inoportuna y catastrófica que parezca, aquellos que transitan por la vida con esta mentalidad, consiguen fortalecerse cada día, ya que toman como rutina el hecho de buscar lo bueno en todo y de todo, a lo largo de sus vidas aprenden a aceptar las lecciones que nuestro ser superior tiene para nosotros e incluso llegan a agradecer por las pruebas más duras, porque saben con certeza que es allí donde se esconde el verdadero tesoro espiritual.

Hemos crecido pensando en cuanto sacrificio debemos hacer para obtener minutos de felicidad, y de dicha, y por este mismo concepto hemos desperdiciado mucho tiempo sufriendo y arrepintiéndonos por cosas que hemos tenido que pasar en vez de aprovechar para restituirle al creador todas las bondades con las que seguro TODOS contamos en forma de obras hacia nuestro prójimo, pues ciertamente es ahí donde se encuentra ese ser que todos buscamos.

Pienso que la vida está diseñada para darnos y hacernos personas plenas, pero debemos saber que la felicidad y la vida van en ascenso, no son una constante ni una condición de algunos pocos, sino más bien el resultado de aplicar este mismo ejercicio de buscar lo mejor en lo peor, y así sucesivamente.

Aquellos que se quedan estáticos, esperando a que ocurra un “milagro” o a que la “suerte” los premie, tal vez tengan momentos de mucha felicidad, pero serán solo segundos a los que precederá un inmenso vacío, hasta que llegue el próximo instante de una dicha sin sabor e irreal.

Tomemos de la vida todo lo que tiene para darnos, y demos a la vida todo lo que nosotros tenemos para ofrecer, solo así el equilibrio natural de Dios hará que nuestro camino tenga todo en su justa medida.

Hagamos de nosotros mismos playas donde los barcos llenos de almas perdidas descarguen sus tristezas y encuentren esperanza y alivio, ofrezcámonos enteros sin reparos, nunca sabemos la magnitud de una palabra o de un mensaje en el corazón apropiado.

Que este sencillo escrito te haya regalado la misma luz que se me concedió al poder escribirlo.


Dedico este mensaje a esas alas que se aprestan a despegar, para que la luz en su camino sea infinita y la dicha el puerto donde comience su nuevo camino, para que su corazón se llene de Dios, y su vida sea el reflejo de ello.

jueves, 4 de septiembre de 2008

REFLEXION INICIAL



Muchas veces sentimos que estamos solos, que tal vez existan vacios muy grandes en nuestra vida y que tal vez sea el destino quien quiera que estemos en dichas situaciones de tristeza.

Pero pienso que no es así, que cada uno debe encontrar su fuerza interior, su manera de llegar al sendero espiritual y una vez allí vivir la vida de una manera más plena, seguramente también con múltiples dificultades, pero esta vez con una mirada distinta y mucho más elevada.

Siempre me interese en las religiones, y siempre encontré fallas en lo que es en sí la estructura que los hombres les hemos dado, pero bien entendidas todas hablan exactamente de lo mismo, en su esencia está únicamente el hecho de profesar amor, actuar con amor y vivir para el amor.

Pienso que no importa cómo ni cuales sean las palabras exactas, pero lo importante es encontrar el vínculo con nuestro yo interior, tal vez uno de los primeros pasos sea escuchar esa voz a la que llamamos conciencia, una vez allí ella nos guiara por este camino de espiritualidad que no es más que el camino hacia la verdadera plenitud.

Estamos todos invitados, en el verdadero sendero espiritual no hay mejores o peores, todos hemos sido llamados y todos merecemos vivir esta experiencia, por eso quienes deciden emprender su búsqueda, deben dejar el pasado de lado y mirar no hacia adelante, sino hacia lo más profundo de su alma, porque es allí donde habita eso que todos estamos buscando.

NUNCA ESTAS SOLO. Déjame que te acompañe por este sendero de vida, por tu propio sendero espiritual.